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Abril 2022 / INVESTMENT INSIGHTS

Asignación de activos en la era de la alta inflación

Respondiendo a los cambios en la dinámica de crecimiento e inflación

Puntos clave

  • La inflación es uno de los mayores riesgos a los que se enfrentan los inversores en 2022, agravado por la subida de los precios de la energía y las materias primas que siguió a la guerra de Rusia contra Ucrania.
  • En este estudio analizamos qué clases de activos pueden utilizarse para protegerse de la inflación, basándonos en datos históricos mensuales del periodo comprendido entre septiembre de 1976 y diciembre de 2021. 
  • Ofrecemos algunas pautas sobre cómo los inversores podrían ajustar tácticamente la asignación de activos de su cartera en respuesta a los cambios en la dinámica de crecimiento e inflación. 

La inflación es uno de los mayores riesgos a los que se enfrentan los inversores en 2022. El riesgo ha aumentado tras la subida de los precios de la energía y las materias primas que siguió a la invasión rusa de Ucrania y las posteriores sanciones contra Rusia. En Estados Unidos, la inflación de los precios al consumo aumentó en febrero hasta el 7,9% —su tasa más alta en 40 años—, con subidas en alimentos, alquileres, tarifas aéreas, ropa y muchos otros artículos. La inflación también es noticia en otros países desarrollados, lo que plantea graves problemas a las políticas monetarias ultraacomodativas de los bancos centrales. El hecho de que la alta inflación sea pasajera o permanente constituye un tema muy debatido. Lo que sí es cierto es que las perspectivas a corto plazo han empeorado por el encarecimiento de las materias primas, y es probable que la inflación siga siendo elevada en comparación con los niveles anteriores a la pandemia durante un período prolongado.

...la inflación afecta a todos, especialmente a los inversores con horizontes de inversión a más largo plazo.

Sea cual sea su trayectoria, la inflación afecta a todo el mundo, especialmente a quienes tienen un horizonte de inversión a más largo plazo. Esto se debe a que la inflación probablemente reduce nuestro poder adquisitivo y, con el tiempo, puede provocar una erosión sustancial de nuestro patrimonio neto en términos reales (Gráfico 1). Para los jubilados, también puede aumentar el riesgo de que sobrevivan a sus ahorros. Dado que la inflación elevada en la recuperación posterior a la pandemia persiste más de lo que muchos habían anticipado, es de vital importancia gestionar bien nuestras carteras contra el riesgo de inflación. Es este “crecimiento real”, es decir, la capacidad de hacer crecer el poder adquisitivo a lo largo del tiempo, lo que más importa a los inversores. 

Impacto de la inflación en el poder adquisitivo a largo plazo

(Gráfico 1) Valor real de 100 USD al final del periodo

Impacto de la inflación en el poder adquisitivo a largo plazo

Fuente: T. Rowe Price. La información aquí presentada es de carácter hipotético. El diagrama anterior muestra el descenso del valor nominal de 100 dólares estadounidenses (USD) en diferentes trayectorias debido a diferentes niveles de inflación a lo largo del tiempo. El análisis se muestra únicamente con fines ilustrativos e informativos, por lo que no podrá entenderse como asesoramiento o recomendación de inversión. No pretende prever ni predecir acontecimientos futuros y no garantiza los resultados futuros. Los resultados futuros reales podrían ser muy diferentes. 

¿Es el oro la mejor cobertura contra la inflación?

Naturalmente, la siguiente pregunta es ¿a qué clases de activos puede recurrirse para proteger a la cartera de la inflación? La respuesta parece obvia: muchos piensan que los activos sensibles a la inflación, como el oro y los títulos de deuda pública vinculados a la inflación (vgr.: los TIPS estadounidenses1) son las mejores coberturas de la inflación. Ahora bien, ¿realmente es así? 

Nuestro análisis muestra que un mismo activo puede exhibir sensibilidades a la inflación muy diferentes en distintos entornos inflacionistas. Más concretamente, hemos estudiado si, y cómo, las principales clases de activos se han comportado de forma diferente ante la inflación prevista e inesperada. Los resultados se muestran en el Gráfico 2. En cuanto a la inflación prevista, comprobamos que los TIPS a corto plazo eran una buena cobertura, mientras que tanto los TIPS a largo plazo como el oro eran una cobertura muy deficiente. En cuanto a la inflación inesperada, el oro exhibió una beta de inflación fuerte, pero los TIPS tanto de larga como de corta duración fueron insuficientes. 

Beta* de inflación, prevista vs inesperada

(Gráfico 2) Periodo comprendido entre el 1 de septiembre de 1976 y el 31 de diciembre de 2021

Beta* de inflación, prevista vs inesperada

La rentabilidad pasada no es un indicador fiable de rendimiento futuro.  

Inflación medida por el Índice de Precios al Consumo (IPC) de consumidores urbanos, no ajustado estacionalmente. La inflación prevista se obtuvo como esa parte de la inflación actual del IPC que puede explicarse por las tendencias de la inflación pasada (utilizando un marco de regresión). La inflación inesperada es el residuo que no puede explicarse con las tendencias de inflación recientes.  

*La beta de inflación de un activo mide la variación (media) de su precio en respuesta a un aumento o descenso de la inflación. En el Gráfico 2, la beta de inflación 
proporciona una medición útil de la capacidad de cada activo para brindar cobertura contra la inflación prevista e inesperada. 

† Datos basados en el modelo de rentabilidad de los TIPS. Consulte en el Anexo las hipótesis y limitaciones del modelo de rentabilidad de los TIPS estadounidenses. 

El análisis anterior se basa en datos históricos de rentabilidad mensual del índice para el periodo comprendido entre septiembre de 1976 y diciembre de 2021 (tomados de Morningstar EnCorr, de la base de datos económicos de la Reserva Federal de San Luis y de fuentes internas de T. Rowe Price y combinados mediante cálculos de T. Rowe Price). Las rentabilidades históricas de los índices se utilizan para ilustrar el comportamiento y las características hipotéticas de una cartera de renta variable inmobiliaria y no representan el comportamiento ni las características de ningún producto de T. Rowe Price. El Anexo contiene una descripción de cada sector analizado. 

Fuentes de los datos relativos a índices: Bloomberg Index Services Limited, ICE BofA, London Stock Exchange Group plc y sus filiales (conjuntamente, el “LSE Group”), Morningstar, MSCI, Standard & Poor’s, y Wilshire. Consulte en el Anexo las notas informativas adicionales sobre estas fuentes de información. 

Muchas clases de activos nominales, incluidas las acciones y los bonos tradicionales, tienden a compensar direccionalmente la inflación esperada, a veces mejor que los activos sensibles a la inflación. Ahora bien, estos activos nominales suelen sufrir caídas durante los periodos en los que la inflación sorprende al alza. Así pues, los inversores de una cartera típica de acciones y bonos se enfrentan a un dilema: Cuando los tiempos son buenos y la inflación sube de manera predecible, su actual mix de activos debería subir con fuerza, pero les deja expuestos a repentinas caídas cuando la inflación sube imprevisiblemente.

Los títulos de renta variable inmobiliaria tienden a comportarse mejor en un entorno inflacionista

...la renta variable inmobiliaria respondió más favorablemente en periodos de inflación alta o creciente que la renta variable general…

El equipo de análisis multiactivo de T. Rowe Price ha descubierto que un mix de compañías de materias primas (minería, energía y utilities) y sociedades inmobiliarias, combinadas como “títulos de renta variable inmobiliaria”, exhiben una sensibilidad a la inflación similar —y en la mayoría de los casos— superior a la de los bonos tradicionales vinculados a la inflación. Esta investigación ha constatado que la renta variable inmobiliaria respondió más favorablemente a periodos de inflación alta o creciente que la renta variable general, donde los rendimientos de los TIPS proporcionan una tasa de rentabilidad real relativamente baja, a costa de rentabilidades menos favorables durante los periodos de inflación baja o decreciente, donde las rentabilidades de la renta variable general son relativamente fuertes. Por el contrario, los TIPS proporcionan una tasa de rentabilidad real garantizada por el Estado, eliminando así el riesgo de inflación, aunque responden de manera mucho menos satisfactoria a las sorpresas de inflación y realmente solo preservan el capital asignado a TIPS. Así pues, la renta variable inmobiliaria puede lograr una cobertura de la inflación similar con una asignación de capital mucho menor que la de los bonos ligados a la inflación.

Consulte el informe completo (en PDF). 

Información importante

Este material se proporciona únicamente a efectos informativos generales y/o de marketing. El material no constituye ni conlleva compromiso alguno de prestar asesoramiento de ninguna clase, incluido asesoramiento de inversión fiduciaria, ni tiene por objeto servir de base principal para una decisión de inversión. Se recomienda a los inversores potenciales que obtengan asesoramiento independiente de índole jurídica, financiera y fiscal antes de tomar cualquier decisión de invertir. El grupo de sociedades de T. Rowe Price, incluidas T. Rowe Price Associates, Inc. y/o sus filiales, reciben ingresos de los productos y servicios de inversión de T. Rowe Price. La rentabilidad pasada no es un indicador fiable de rendimiento futuro. El valor de una inversión y los ingresos que de ella se derivan pueden aumentar o disminuir. Los inversores podrían recuperar un importe inferior al invertido.

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