May 2022 / INVESTMENT INSIGHTS
La senda hacia las cero emisiones netas
En este artículo explicamos cómo está avanzando el mundo en la reducción de emisiones netas
Puntos clave
- Muchos países han establecido ya objetivos de cero emisiones netas, por lo que la transición energética es un factor importante desde el punto de vista de la responsabilidad fiduciaria.
- La disponibilidad de datos ha seguido mejorando en el sentido de que cada vez son más las empresas que deciden informar, pero la falta de normalización continúa siendo un problema.
- Estamos viendo una demanda de productos que invierten en empresas que financian soluciones climáticas, se comprometen con objetivos de reducción de gases de efecto invernadero, o ambas cosas.
Numerosas entidades, como gobiernos federales y regionales, empresas, universidades e inversores, están fijando objetivos de cero emisiones netas, en un momento en que el mundo quiere hacer frente al cambio climático. Cero neto significa lograr un equilibrio entre los gases de efecto invernadero (GEI) que se introducen en la atmósfera y los que se eliminan. Este estado también se denomina neutro en carbono. El interés por los objetivos de cero neto cobró fuerza en 2021 y fue uno de los puntos clave de la COP26 (la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021). Al término de la cumbre, más de 140 países —que representan el 90% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero— establecieron objetivos de cero neto.1
El hecho de que tantos países hayan asumido este compromiso hace que la transición energética sea un factor importante desde el punto de vista de la responsabilidad fiduciaria. La trayectoria de reducción de las emisiones hasta cero neto es muy exigente: requiere una reducción del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero entre 2020 y 2030 y llegar al cero neto en 2050. No tiene comparación con ninguna transición energética que haya tenido lugar en la historia moderna. Aun cuando los gobiernos solo logren sus objetivos parcialmente, será muy disruptivo para la industria y las tendencias macroeconómicas.
Ante la enormidad de la tarea, muchos quieren aportar su granito de arena a la transición energética. En T. Rowe Price, estamos apreciando esto en una demanda de productos que inviertan en empresas que financian soluciones climáticas o que se comprometan con objetivos de reducción de gases de efecto invernadero, o ambas cosas. A dicho efecto, nos hemos adherido a la iniciativa Net Zero Asset Managers y estamos decididos a desarrollar productos de inversión con objetivos de cero neto para ayudar a satisfacer las necesidades de estos clientes.
El aumento de los informes climáticos obligatorios
(Gráfico 1) ¿Se convertirán en la norma los informes climáticos obligatorios?
Política: Qué ha sucedido y qué cabe esperar
La cumbre COP26 celebrada en Glasgow el pasado mes de noviembre estuvo impulsada por la urgencia climática. El impacto del cambio climático se ha convertido en algo mucho más real para los políticos, ya que las grandes tormentas y otros fenómenos meteorológicos están cobrando un mayor protagonismo. El que la cumbre haya sido o no un éxito depende del criterio de cada uno. Técnicamente, el éxito debería haber consistido en lograr un acuerdo entre todas las partes para limitar el calentamiento global a 1,5 °C, respaldado por las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), es decir, los planes presentados por cada país en los que se detalla cómo reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto no ocurrió, ya que el conjunto de las NDC se quedó muy lejos del cero neto para 2050; ahora bien, dada la enormidad y la dificultad de la tarea, probablemente no era una expectativa realista para la COP26.
Si bien los políticos podrían haber actuado correctamente dados los recursos a su alcance, desde el punto de vista de las matemáticas del cambio climático la COP26 no puede verse sino como un fracaso. Han surgido diversas estimaciones a la vista de los compromisos asumidos en Glasgow, que implican un escenario de calentamiento no inferior a 1,8°C-2,1°C a finales de siglo. La estimación de 1,8°C procede de la Agencia Internacional de la Energía y ha sido criticada por hacer algunas suposiciones heroicas.2 La estimación de 2,1 °C presupone el pleno cumplimiento de los objetivos de las NDC y depende en gran medida de que se realicen grandes avances entre 2030 y 2050. De forma más realista, el Climate Action Tracker destaca que los objetivos para 2030 no son lo suficientemente ambiciosos y nos situarían en una senda de calentamiento de 2,4 °C.
Como parte del acuerdo de Glasgow, los países volverán a presentar sus NDC antes de la COP27 y se les ha pedido específicamente que mejoren sus objetivos para 2030. Una de las principales conclusiones de las conversaciones es la aceptación de que los países se reúnan con más frecuencia para revisar sus objetivos y medir el avance en el cumplimiento de los mismos.
Otra gran incógnita para los inversores es la divulgación por las empresas de datos sobre emisiones de gases de efecto invernadero, algo de lo que también hablamos en el Informe Anual ESG del año pasado. La disponibilidad de datos ha seguido mejorando en los últimos 12 meses, en el sentido de que hay más empresas que optan por informar, pero la falta de normalización sigue siendo un problema (lo que significa que cuando dos empresas informan de sus emisiones de GEI, la comparación podría no ser de igual a igual). Los reguladores están empezando a abordar la cuestión, pero la presentación de informes sobre las emisiones de gases de efecto invernadero todavía no es obligatoria en la mayoría de los países.
Evaluando la incidencia del cambio climático en las inversiones
Con más de 140 países (que suman el 90% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero) habiendo establecido objetivos de emisiones netas cero, entender cómo se posicionan nuestras inversiones en este panorama cambiante es esencial para cumplir nuestra función como gestores de activos. Del mismo modo, muchos de nuestros clientes reconocen este posible riesgo de inversión y quieren saber cómo están posicionadas sus carteras en relación con la transición energética. Con este fin, proporcionamos perfiles trimestrales de la huella de gases de efecto invernadero para una serie de carteras de inversión que gestionamos, cuando hay datos suficientes disponibles.
Por supuesto, aislar el cambio climático en un solo factor, como la huella de GEI, puede resultar engañoso: sería similar a un análisis financiero que sólo tuviera en cuenta la cuenta de resultados e ignorara los valiosos datos del balance y el estado de flujos de caja. Una huella GEI ofrece un análisis “puntual” y pasa por alto elementos clave, como la trayectoria histórica y futura de las emisiones y la exposición a soluciones climáticas. Y lo que es más importante, una visión miope de las huellas GEI podría llevar a los inversores a invertir únicamente en compañías con bajas emisores, ignorando así las perspectivas de reducción de GEI en la economía real.
Compromisos mundiales de reducción de los gases de efecto invernadero
(Gráfico 2) Las NDC actuales son insuficientes
Reconociendo que los objetivos de cero neto son un tema complejo que no puede reducirse a un solo dato, abogamos por ampliar la transparencia de los informes relativos al cambio climático. Debido a la disponibilidad de datos y otras limitaciones, esto llevará tiempo, pero estamos determinados a seguir avanzando.
Productos de inversión con objetivo cero neto
Algunos clientes quieren ir más allá de considerar la transición energética como un riesgo de inversión, fijándose específicamente la reducción de los GEI como objetivo de inversión. Un buen ejemplo es la Alianza de Propietarios de Activos Cero Neto. La alianza, convocada por la ONU, reúne a 71 propietarios de activos que controlan más de 10 billones de dólares estadounidenses (USD) y que se han comprometido a realizar la transición de las carteras de inversión hacia unas emisiones de gases de efecto invernadero netas cero para el año 2050.
Llevamos tiempo colaborado con clientes que son miembros de la Alianza de Propietarios de Activos Cero Neto, así como con otros clientes que buscan establecer objetivos de reducción de los GEI en sus carteras. Esto es algo que puede lograrse más fácilmente cuando el cliente (normalmente institucional) ha establecido su propia cuenta separada. Comprometerse con un objetivo específico de reducción de gases de efecto invernadero limita el universo de inversión y, por defecto, da prioridad a un objetivo medioambiental sobre la rentabilidad financiera: algo que no todos los clientes de un instrumento de inversión colectiva querrían que sucediera.
Con todo, reconocemos que hay muchos clientes que desean aplicar objetivos de cero neto a sus carteras de inversión pero que, por diversas razones, necesitan recurrir a fondos de inversión colectiva. Por esta razón, estamos tratando de desarrollar productos de inversión con objetivos de cero neto para satisfacer sus necesidades.
En última instancia, al adherirnos a la iniciativa Net Zero Asset Managers estamos poniendo de manifiesto nuestro compromiso con el desarrollo de productos con objetivos de cero neto. También pone de relieve nuestra intención de ayudar a impulsar mejores prácticas y a crear normas en el sector en torno a carteras cero neto.
La Net Zero Asset Managers Initiative
El 25 de abril de 2022, T. Rowe Price se adhirió a la iniciativa Net Zero Asset Managers (NZAMI por sus siglas en inglés).
La NZAMI es un grupo internacional de gestores de activos que se ha comprometido a apoyar el objetivo de emisiones de gases de efecto invernadero cero netas para el año 2050 o antes, en consonancia con los esfuerzos mundiales para limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Se puso en marcha en diciembre de 2020 como organización afín a la Alianza de Propietarios de Activos Cero Neto, con el objetivo de promover en el sector de gestión de activos la oferta de productos adecuados para propietarios de activos comprometidos con objetivos de cero neto.
La NZAMI ha crecido hasta incluir 236 signatarios con 57,5 billones de USD en activos bajo gestión (a 31 de diciembre de 2021).3
Información importante
Este material se proporciona únicamente a efectos informativos generales y/o de marketing. El material no constituye ni conlleva compromiso alguno de prestar asesoramiento de ninguna clase, incluido asesoramiento de inversión fiduciaria, ni tiene por objeto servir de base principal para una decisión de inversión. Se recomienda a los inversores potenciales que obtengan asesoramiento independiente de índole jurídica, financiera y fiscal antes de tomar cualquier decisión de invertir. El grupo de sociedades de T. Rowe Price, incluidas T. Rowe Price Associates, Inc. y/o sus filiales, reciben ingresos de los productos y servicios de inversión de T. Rowe Price. La rentabilidad pasada no es un indicador fiable de rendimiento futuro. El valor de una inversión y los ingresos que de ella se derivan pueden aumentar o disminuir. Los inversores podrían recuperar un importe inferior al invertido.
El material no constituye una distribución, oferta, invitación, recomendación o incitación general o personal para vender o comprar valores en cualquier jurisdicción o para llevar a cabo cualquier actividad de inversión particular. El material no ha sido revisado por ningún organismo regulador en ninguna jurisdicción.
La información y las opiniones aquí presentadas han sido obtenidas o derivadas de fuentes que se consideran fiables y actuales; ahora bien, no podemos garantizar la exactitud ni la exhaustividad de las fuentes. No existe garantía de cumplimiento de ninguna de las predicciones realizadas. Las opiniones incluidas en el presente documento corresponden a la fecha indicada en el mismo y pueden variar sin previo aviso; dichas opiniones pueden diferir de las de otras sociedades y/o socios del grupo T. Rowe Price. El material no podrá ser copiado ni redistribuido, total o parcialmente, bajo ninguna circunstancia, sin la autorización de T. Rowe Price.
El material no está destinado a ser utilizado por personas de jurisdicciones que prohíben o restringen la distribución del mismo y, en ciertos países, el material se proporcionará unicamente tras la previa solicitud específica del material.
No está destinado para su distribución a inversores minoristas en ninguna jurisdicción.
May 2022 / MARKETS & ECONOMY
May 2022 / MULTI-ASSET STRATEGY