Septiembre 2024
Desglobalización, apoyo a la industria local y competencia económica con China: estas serán probablemente las consignas que influyan en la política comercial Estados Unidos, tanto si la demócrata Kamala Harris gana las elecciones como si el republicano Donald Trump se alza vencedor.
Ahora bien, el modo en que cada uno de los candidatos presidenciales de los grandes partidos intentaría hacer el libre comercio más limpio desde el punto de vista de los intereses Estados Unidos difiere drásticamente en cuanto a su alcance y enfoque.
Estas divergencias podrían tener consecuencias importantes para los mercados, las industrias y la geopolítica durante el mandato del próximo presidente y años posteriores.
El ex presidente Trump y algunos de sus principales asesores han tendido a considerar los grandes déficits comerciales con otros países como posibles signos de competencia desleal y un detrimento para la economía Estados Unidos.
Durante sus cuatro años en la Casa Blanca, la administración Trump trató de paliar algunos de estos desequilibrios aplicando aranceles a importaciones por valor de unos 380.000 millones de USD, en su mayoría procedentes de China.
En la recta final hacia las elecciones de 2024, Trump ha dejado caer en repetidas ocasiones la imposición de un impuesto fronterizo del 10% a todos los bienes que lleguen a Estados Unidos desde el extranjero y un arancel de hasta el 60% a las importaciones de China.
Dejando a un lado la viabilidad y las cifras concretas, estos pronunciamientos señalan que una segunda administración Trump probablemente adoptaría una postura agresiva en política comercial que se aplicaría a muchos otros países, aparte de China. ...una segunda administración Trump probablemente adoptaría una postura agresiva en política comercial que se aplicaría a muchos otros países, aparte de China.
Un enfoque de este tipo podría sentar las bases para extraer concesiones, ya sea en materia de comercio o bien para alcanzar otros objetivos políticos. También podrían plantearse restricciones comerciales centradas en industrias o empresas concretas, así como esfuerzos para establecer unas normas más estrictas sobre el país de origen de las mercancías.
En su intento por eludir aranceles, muchas empresas han optado por enviar sus productos, o bien ensamblarlos, en países con los que Estados Unidos tiene firmados acuerdos de libre comercio. Esta argucia parece ser una de las razones por las que los déficits comerciales de Estados Estados Unidos con países como Vietnam y México han aumentado a la vez que disminuía algo su desequilibrio comercial con China (Gráfico 1).
A 7 de febrero de 2024
Fuente: U.S. Census Bureau vía FactSet.
Fuera de las grandes líneas, los detalles de la política comercial de Trump son difíciles de predecir, al igual que las posibles respuestas de los países afectados.
Si Trump gana las elecciones, estaré muy atento a las opiniones de los cargos clave designados, especialmente el Representante Comercial de Estados Estados Unidos y el Secretario del Tesoro. Quien Trump ponga a cargo de agencias específicas dará forma al debate en el seno de la administración e impulsará los resultados de las distintas políticas.
Se sabe menos sobre la posición de Harris en cuestiones comerciales. En cualquier caso, si ganara la presidencia, es probable que su administración mantuviera una buena parte del personal de la Casa Blanca de Biden, lo que sugiere que también podría haber continuidad en la forma de gestionar la política comercial.
¿Qué caracterizó el enfoque comercial de la administración Biden-Harris? La mayor parte de los esfuerzos se han centrado en la competencia económica con China.
Durante su mandato presidencial, Joe Biden ha mantenido los aranceles impuestos por Trump a las importaciones chinas. Su gobierno también adoptó medidas específicas en materia de comercio que solían basarse en consideraciones de seguridad nacional y en esfuerzos por fortalecer la industria estadounidense: Semiconductores e inteligencia artificial (IA):
Además de centrarse en las industrias de importancia estratégica, un Gobierno Harris probablemente favorecería un enfoque multilateral de la política comercial, para tratar de conseguir que los aliados tradicionales de Estados Unidos se sumen a sus empeños.
Los impulsos proteccionistas deben seguir vivos en Washington, independientemente del partido que ocupe la Casa Blanca. Una Presidencia Harris adoptaría probablemente un enfoque comedido de la política comercial centrado en la competencia con China.
Trump se ha mostrado partidario de un enfoque más agresivo que acelere el proceso de desglobalización.
En medio de estas incertidumbres, un profundo análisis fundamental puede ser un diferenciador crítico. Los profesionales de la inversión de una empresa de gestión de activos globales con buenos recursos, por ejemplo, podrían estar en mejor posición para comprender la exposición de las empresas individuales a las cadenas de suministro extranjeras y su capacidad para subir los precios en respuesta a un encarecimiento de los insumos.
Gilad Fortgang es associate analyst responsable del análisis de Washington y la regulación la división de Renta variable estadounidense de T. Rowe Price Investment Management
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